17 de junio de 2012. Son las 10:00 de la mañana. Una mañana calurosa,
con más de 30 grados en el momento del pistoletazo de salida que tuvo
lugar frente al Paseo de Merchán. Con mi habitual mal dormir de la noche
anterior, decido finalmente acudir a la cita, aunque no en mi mejor
estado físico posible. Este año se estrenaba recorrido debido a las
obras en la calle Gerarldo Lobo, haciéndolo más duro si cabe.
Pronto
en la primera rampa, en la subida que une los puentes de Azarquiel y
Alcántara, en la conocida como ronda de Juanelo, empiezo a notar una
debilidad en las piernas que aunque previsible, no era habitual que
apareciese tan temprano. Los siguientes mil metros, por el Paseo de la
Rosa, con terreno favorable, se agradecerían, hasta llegar a la subida
del cerro Gurugú, donde empezaba a verse gente que prefería subir
caminando, aprovechando el punto de avituallamiento de agua (caliente
por cierto) que había justo al iniciarse la subida.
Enlazando ya
con el barrio del Polígono, comenzaba la interminable recta de casi 6
kilómetros, con la dificultad añadida de ser toda ella un falso llano
que hace que no avances todo lo que deberías, divisándose a lo lejos el
centro comercial Fusión y Luz del Tajo, y muy muy pequeñitas y mucho más
lejos al fondo, las dos torres situadas junto a la pista de atletismo
de este barrio hacían presagiar el fin de la travesía por este desierto
de asfalto que había que atravesar, entre un sin fin de rotondas en
medio. Compartí unos cuantos kilómetros con Carlos.
Una
novedad es que al llegar a la pista de atletismo, este año no había que
completar una vuelta completa para llegar a los 10.000 metros, debido
al cambio de recorrido del inicio, lo cual fue sin duda una grata
sorpresa. Aproveché para exprimir la escasa energía que me había
reservado para esa supuesta vuelta a la pista, y eché un esprint de 150
metros que me valió para adelantar a un hombrecito que venía viendo
delante mía desde hacía más de veinte minutos. Al final, entrada en meta
con las fuerzas muy justas con todo el solano apretando con rabia.
Menos mal que esperaban unas cervecitas que la organización tenía
preparada para los participantes.
El
tiempo, lo de menos en una jornada con tanto calor y con un recorrido
tan duro de continua subida en falso llano, fue finalmente de 48'51''
para Paco Minaya, bajando no obstante un par de minutos el tiempo del
año pasado. Al poco entraba Paco Tobar
con un buen tiempo de 51'02''. Tras un rato estirando y bebiendo litros
y litros de todo lo bebible que pillabamos buscando algún resquicio de
sombra, hacía su entrada la por ahora única integrante femenina de Los
Lentos, Vanesa S.G., con un tiempo de 1h03'00'', entrando todavía bastantes corredores después.
Aquí está el recorrido: http://connect.garmin.com/activity/189797733
Paco M.
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