En medio del diluvio me dirijo hacia el parking de Azarquiel donde daba comienzo la carrera. Tras un rato corriendo con el paraguas para calentar (es curioso pero nadie lo hacía) a las 11:00 empezaba el cross.
Prácticamente los 6 km de carrera serían ir sobre barrizal, charcos, piedras resbaladizas y todo tipo de obstáculos en medio del camino como socavones, rocas picudas a los lados en los tramos más estrechos, ramas a la altura de los ojos y de vez en cuando escaleras. Además una cortina de agua que no paraba de caer y que impedía ver a más de 10 metros. Por eso que íbamos prácticamente en fila india todos con mucho cuidado y mirando cada paso para no acabar en el suelo.
Calado de agua hasta las entrañas, con salpicones de barro por todo el cuerpo incluida la cara, llegaba yo a meta que estaba en la Peraleda 29 minutos después. Parecía que veníamos de la guerra! La lluvia, el barro, el frío, el recorrido junto al río, los pescadores mañaneros animando...debo ser muy raro pero reconozco que me encanta, existen pocas cosas mejores que eso y la sensación de libertad que te da. Con diferencia la carrera más divertida que recuerdo haber corrido. Al final entré en el puesto 56º, de un total de 191 llegdos a meta.
En la meta nos esperaban aplaudiéndonos los niños con Síndrome de Down, que por cierto cada vez hay menos, es más raro verlos: como sabéis ahora suelen matarlos antes de nacer (impunemente pues el legal), para alegría de las clínicas abortivas que se llenan los bolsillos "gracias" a estas leyes tan macabras que tenemos.
Por cierto que nos esperaban con una suculenta bolsa del corredor:
¿No está mal la bolsa verdad? (los 4 Aquarius se deben a que sobraron y comenzaron a repartirlos a diestro y siniestro)
Aquí pongo el recorrido.
Aquí un video donde salgo entrando en meta en el minuto 6:05.
Y Aquí un breve video resumen.
Ahora empieza un periodo en el que hay pocas carreras para correr, hasta mediados de diciembre que llegan las clásicas navideñas.
Paco M.
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