En la revista científica Wired aparece un interesante artículo digno de aparecer en el blog de Atletismo Los Lentos (jaja). La principal conclusión a la que llega es que los dedos de los pies humanos son biomecánicamente perfectos para correr.
La mayor parte de los animales corredores tienen
dedos cortos, como los felinos, en los cuales los dedos prácticamente se
unen a la planta de los pies. Algo similar ocurre en nosotros. El
acortamiento de los dedos de los pies es una característica que
nos permitió en alguna época adaptarnos a un ambiente donde nuestra
fuerza y nuestra inteligencia no eran suficientes o, por lo menos,
requerían cierta ayuda: la de la carrera.
Una de las características que nos separan de la mayoría de animales es nuestra resistencia en la carrera de larga distancia.
Hay pocos animales que puedan correr por tanto tiempo y por distancias
tan largas como nosotros. Aunque parezca increible, cualquier ser humano en buena
condición física podría cazar una gacela, cualquier antílope, y prácticamente cualquier animal, simplemente corriendo detrás de
él y dejando que cayera agotado. Es cierto que algunos animales como lobos y zorros son capaces también de correr largas distancias, pero sólo en
temperaturas bajas o durante la noche, ya que carecen de los mecanismos
necesarios para enfriarse. Nosotros estamos preparados para hacerlo en un amplio abanico de condiciones climáticas.
Tengámoslo en cuenta cuando salgamos a correr, cuando corramos la próxima San Silvestre... no es algo tan raro lo que estamos haciendo.., al revés, es lo más natural del mundo, y hasta hace poco más de 100 generaciones era algo incluso necesario para la supervivencia.
Paco M.
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